Noel Gallagher: entrevista exclusiva, horas antes del show de Oasis en River
“Nos volvimos dos personas diferentes”
Horas antes del show del Domingo, en River, el cerebro de la banda británica habló de todo con LA NACION: su hermano, su niñez, la fama, el dinero, el futuro de Oasis y su vida como padre rockero
Se abre la puerta de la sala de conferencias del Palacio Duhau y, de espaldas, sentado, mirando hacia la luz de la ventana, un meditabundo Noel Gallagher parece no estar mentalmente allí, sino que se ve sumergido por completo en su mundo privado, quizá preguntándose qué hace tan lejos de su casa, en un hotel sitiado por adolescentes que desde hace diez horas no cesan de aullar su nombre y el de su hermano: “¡Noel! ¡Liam!”. Quizá esté repensando ese texto que unas horas más tarde escribirá en su blog oficial -que lleva el apocalíptico título “Cuentos desde el medio de ningún lugar”-, en el que anuncia “una tormenta en el horizonte” de la gira sudamericana con la que Oasis visitó el domingo por cuarta vez el país. O tal vez esté recordando la melodía que esa misma mañana (de anteayer) compuso en una habitación de este recoleto hotel porteño.
En cualquiera de los casos, al hombre, una de las estrellas del rock británico más populares de los últimos quince años, se lo ve realmente inmerso en algún tipo de replanteo interior, rodeado de un aura bucólica, esperando el encuentro cara a cara con LA NACION, en medio de un amplio salón de paredes color beige. En medio de ningún lugar, por cierto.
El “hola” en español devuelve a Noel Gallagher a esta dimensión y durante media hora mostrará su costado más reflexivo, dejando entrever cada tanto sus orígenes de clase trabajadora (de Manchester, Inglaterra, en este caso) sin por ello perder la natural picardía y el buen humor que hizo que se convirtiera en uno de los músicos que mejor comprendió (y manipuló) a los medios de comunicación en esta era mediática.
-¿Todavía disfrutás de este tipo de maratónicas giras?
-Disfruto la hora y media arriba del escenario, eso es genial; disfruto las entrevistas, estar en lugares soleados, disfruto estar tranquilo en el hotel, tengo chicos pequeños en Inglaterra, ¿sabés? Poder descansar, tirarme a ver un poco de televisión, eso me relaja y está muy bien. Desafortunadamente, también hay mucha basura en este tipo de giras, cosas que están detrás de escena, que son necesarias y que no puedo cambiar.
-Si tenemos en cuenta las peleas con tu hermano, las giras mundiales y el furor en torno a ellas, ahora Oasis se parece más a los Rolling Stones que a los Beatles…
-Sí, puede ser que parezcamos los malditos Rolling Stones, pero es lo que sucede, también le ocurre a U2, que pasa más tiempo de gira que en un estudio haciendo música. Uno tiene la posibilidad de elegir y yo amo tocar en estadios.
-¿Componés habitualmente durante las giras?
[Sorprendido] -Escribí una canción esta misma mañana, de hecho… ¿Has estado espiándome? No escribo durante las giras, no sé por qué, pero en este tour particular, en los últimos dos meses, estuve escribiendo algunas canciones. Son las primeras en mucho, mucho tiempo. Quizás eso signifique algo, no lo sé.
-¿Una futura carrera solista?
-No una carrera, aunque definitivamente grabaré un disco por mi cuenta. No tengo nada programado aún, no quiero presionarme. En octubre terminará este tour y con la banda nos tomaremos unas largas, largas, largas, largas vacaciones. Así que podría decir que el año que viene sería un buen momento. Aunque lo haré cuando realmente lo sienta.
-¿Y cómo va la siempre inestable relación con tu hermano Liam?
[Largo silencio] -Es obvio que al crecer nos convertimos en dos personas totalmente diferentes. Pero eso sucede en cualquier relación, con tu mejor amigo o tu esposa o tu novia o tu hijo. En cuanto a nuestra relación… no es la mejor, pero tampoco la peor. Podemos hacer que funcione por un tiempo, para los fans, como de hecho lo haremos esta noche.
Así resultó entonces la noche del domingo. Cada uno de los Gallagher cumplió con su rol y más de 40.000 personas se lo agradecieron con fervor: Noel llevó con su guitarra el pulso rockero de la banda y se guardó para sí momentos clave del show, con un par de esas baladas irresistibles que supo escribir en los años 90; Liam se paró frente al micrófono con su cara de pocos amigos y sus manos detrás de la espalda y fue puro impacto visual (las chicas deliran al divisarlo en las pantallas) y auditivo (sin dudas posee una de las voces más personales de la escena británica).
“Estoy fascinado por cómo mucha gente puede hacer todo un gran tema con nuestra relación -continúa Noel-, porque es totalmente irrelevante para la música de Oasis. La mayoría piensa que como yo compongo música y Liam escribe letras, si compusiéramos juntos las canciones serían geniales, pero no es así.
-¿Qué recuerdos tenés de tu adolescencia en Manchester?
-Estaba realmente obsesionado por la música y por el fútbol. La mayoría de mis amigos estaban obsesionados por el fútbol y por los autos, pero yo estaba obsesionado con la música. Fue la mejor y también la peor época de mi vida. Era adolescente, no tenía nada que hacer, sólo se trataba de chicas, drogas, música y fútbol. Pero, por otro lado, no tenía empleo, éramos bastante pobres.
-¿Qué fue lo primero que hiciste cuando de repente te convertiste en un hombre rico?
-Yo realmente… El dinero no… No me percibo así. En términos monetarios, por supuesto, no te podré convencer de que no estoy salvado porque lo estoy, pero en otros aspectos ya estaba salvado antes de estar bien económicamente: tengo un gran espíritu, soy determinado, amo la música y soy muy abierto y honesto con mi amor por la música. Mi casa no parece la de una estrella de rock ridícula y vergonzosa. Mi familia lleva una existencia de lo más normal, no hice realmente nada cuando me convertí en un hombre rico. Bueno, compré muchas drogas, algo que cualquier nuevo rico debería hacer. Durante tres años, gasté mucho dinero en drogas. Pero eso ya lo dejé de lado y desde hace once años no consumo drogas.
-¿Ser padre cambió tu idea acerca del estilo de vida rockero?
-Nunca tomé drogas siendo padre. No tuve ese problema y no creo que sea justo andar tomando drogas con los chicos dando vueltas por ahí. Todo depende de cómo percibas el estilo de vida del rock and roll. El tema es que si tu foto aparece en una revista saliendo en un club por la noche, borracho, la percepción es que tu vida es la de un fucking Keith Richards, pero probablemente ésa haya sido la única noche que saliste en toda la semana. No tengo problemas con eso, si tengo que dejar a los chicos con una babysitter, lo hago, y si prefiero quedarme en casa, también. En cualquier caso, soy el padre, no la madre.
Noel y su música del alma
“Para mí la música es algo muy personal y espiritual, viene de algún lugar de mi alma, está en el aire… No voy al estudio para probar que soy mejor guitarrista que Graham Coxon [de Blur] o mejor compositor que Thom Yorke [de Radiohead] -sostiene el mayor de los hermanos Gallagher-. Creo que soy bueno en muchas cosas, pero no brillante. Soy un buen guitarrista, pero no genial; soy un buen letrista, pero no genial; tengo una buena voz, pero tampoco es gran cosa. No sé por qué existe una conexión tan especial con la gente, no puedo explicar por qué esos chicos estuvieron todo el día en la puerta del hotel gritando mi nombre. Tampoco puedo juzgarlos. Lo encuentro fascinante, porque no me veo reflejado en la persona que ellos ven en mí. Ellos me ven como una estrella de rock, pero yo me veo bastante normal.”
“Nos volvimos dos personas diferentes”
Horas antes del show del Domingo, en River, el cerebro de la banda británica habló de todo con LA NACION: su hermano, su niñez, la fama, el dinero, el futuro de Oasis y su vida como padre rockero
Se abre la puerta de la sala de conferencias del Palacio Duhau y, de espaldas, sentado, mirando hacia la luz de la ventana, un meditabundo Noel Gallagher parece no estar mentalmente allí, sino que se ve sumergido por completo en su mundo privado, quizá preguntándose qué hace tan lejos de su casa, en un hotel sitiado por adolescentes que desde hace diez horas no cesan de aullar su nombre y el de su hermano: “¡Noel! ¡Liam!”. Quizá esté repensando ese texto que unas horas más tarde escribirá en su blog oficial -que lleva el apocalíptico título “Cuentos desde el medio de ningún lugar”-, en el que anuncia “una tormenta en el horizonte” de la gira sudamericana con la que Oasis visitó el domingo por cuarta vez el país. O tal vez esté recordando la melodía que esa misma mañana (de anteayer) compuso en una habitación de este recoleto hotel porteño.
En cualquiera de los casos, al hombre, una de las estrellas del rock británico más populares de los últimos quince años, se lo ve realmente inmerso en algún tipo de replanteo interior, rodeado de un aura bucólica, esperando el encuentro cara a cara con LA NACION, en medio de un amplio salón de paredes color beige. En medio de ningún lugar, por cierto.
El “hola” en español devuelve a Noel Gallagher a esta dimensión y durante media hora mostrará su costado más reflexivo, dejando entrever cada tanto sus orígenes de clase trabajadora (de Manchester, Inglaterra, en este caso) sin por ello perder la natural picardía y el buen humor que hizo que se convirtiera en uno de los músicos que mejor comprendió (y manipuló) a los medios de comunicación en esta era mediática.
-¿Todavía disfrutás de este tipo de maratónicas giras?
-Disfruto la hora y media arriba del escenario, eso es genial; disfruto las entrevistas, estar en lugares soleados, disfruto estar tranquilo en el hotel, tengo chicos pequeños en Inglaterra, ¿sabés? Poder descansar, tirarme a ver un poco de televisión, eso me relaja y está muy bien. Desafortunadamente, también hay mucha basura en este tipo de giras, cosas que están detrás de escena, que son necesarias y que no puedo cambiar.
-Si tenemos en cuenta las peleas con tu hermano, las giras mundiales y el furor en torno a ellas, ahora Oasis se parece más a los Rolling Stones que a los Beatles…
-Sí, puede ser que parezcamos los malditos Rolling Stones, pero es lo que sucede, también le ocurre a U2, que pasa más tiempo de gira que en un estudio haciendo música. Uno tiene la posibilidad de elegir y yo amo tocar en estadios.
-¿Componés habitualmente durante las giras?
[Sorprendido] -Escribí una canción esta misma mañana, de hecho… ¿Has estado espiándome? No escribo durante las giras, no sé por qué, pero en este tour particular, en los últimos dos meses, estuve escribiendo algunas canciones. Son las primeras en mucho, mucho tiempo. Quizás eso signifique algo, no lo sé.
-¿Una futura carrera solista?
-No una carrera, aunque definitivamente grabaré un disco por mi cuenta. No tengo nada programado aún, no quiero presionarme. En octubre terminará este tour y con la banda nos tomaremos unas largas, largas, largas, largas vacaciones. Así que podría decir que el año que viene sería un buen momento. Aunque lo haré cuando realmente lo sienta.
-¿Y cómo va la siempre inestable relación con tu hermano Liam?
[Largo silencio] -Es obvio que al crecer nos convertimos en dos personas totalmente diferentes. Pero eso sucede en cualquier relación, con tu mejor amigo o tu esposa o tu novia o tu hijo. En cuanto a nuestra relación… no es la mejor, pero tampoco la peor. Podemos hacer que funcione por un tiempo, para los fans, como de hecho lo haremos esta noche.
Así resultó entonces la noche del domingo. Cada uno de los Gallagher cumplió con su rol y más de 40.000 personas se lo agradecieron con fervor: Noel llevó con su guitarra el pulso rockero de la banda y se guardó para sí momentos clave del show, con un par de esas baladas irresistibles que supo escribir en los años 90; Liam se paró frente al micrófono con su cara de pocos amigos y sus manos detrás de la espalda y fue puro impacto visual (las chicas deliran al divisarlo en las pantallas) y auditivo (sin dudas posee una de las voces más personales de la escena británica).
“Estoy fascinado por cómo mucha gente puede hacer todo un gran tema con nuestra relación -continúa Noel-, porque es totalmente irrelevante para la música de Oasis. La mayoría piensa que como yo compongo música y Liam escribe letras, si compusiéramos juntos las canciones serían geniales, pero no es así.
-¿Qué recuerdos tenés de tu adolescencia en Manchester?
-Estaba realmente obsesionado por la música y por el fútbol. La mayoría de mis amigos estaban obsesionados por el fútbol y por los autos, pero yo estaba obsesionado con la música. Fue la mejor y también la peor época de mi vida. Era adolescente, no tenía nada que hacer, sólo se trataba de chicas, drogas, música y fútbol. Pero, por otro lado, no tenía empleo, éramos bastante pobres.
-¿Qué fue lo primero que hiciste cuando de repente te convertiste en un hombre rico?
-Yo realmente… El dinero no… No me percibo así. En términos monetarios, por supuesto, no te podré convencer de que no estoy salvado porque lo estoy, pero en otros aspectos ya estaba salvado antes de estar bien económicamente: tengo un gran espíritu, soy determinado, amo la música y soy muy abierto y honesto con mi amor por la música. Mi casa no parece la de una estrella de rock ridícula y vergonzosa. Mi familia lleva una existencia de lo más normal, no hice realmente nada cuando me convertí en un hombre rico. Bueno, compré muchas drogas, algo que cualquier nuevo rico debería hacer. Durante tres años, gasté mucho dinero en drogas. Pero eso ya lo dejé de lado y desde hace once años no consumo drogas.
-¿Ser padre cambió tu idea acerca del estilo de vida rockero?
-Nunca tomé drogas siendo padre. No tuve ese problema y no creo que sea justo andar tomando drogas con los chicos dando vueltas por ahí. Todo depende de cómo percibas el estilo de vida del rock and roll. El tema es que si tu foto aparece en una revista saliendo en un club por la noche, borracho, la percepción es que tu vida es la de un fucking Keith Richards, pero probablemente ésa haya sido la única noche que saliste en toda la semana. No tengo problemas con eso, si tengo que dejar a los chicos con una babysitter, lo hago, y si prefiero quedarme en casa, también. En cualquier caso, soy el padre, no la madre.
Noel y su música del alma
“Para mí la música es algo muy personal y espiritual, viene de algún lugar de mi alma, está en el aire… No voy al estudio para probar que soy mejor guitarrista que Graham Coxon [de Blur] o mejor compositor que Thom Yorke [de Radiohead] -sostiene el mayor de los hermanos Gallagher-. Creo que soy bueno en muchas cosas, pero no brillante. Soy un buen guitarrista, pero no genial; soy un buen letrista, pero no genial; tengo una buena voz, pero tampoco es gran cosa. No sé por qué existe una conexión tan especial con la gente, no puedo explicar por qué esos chicos estuvieron todo el día en la puerta del hotel gritando mi nombre. Tampoco puedo juzgarlos. Lo encuentro fascinante, porque no me veo reflejado en la persona que ellos ven en mí. Ellos me ven como una estrella de rock, pero yo me veo bastante normal.”
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